Historia de la morgue en Barcelona y su papel en la medicina forense

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La palabra morgue evoca en muchas personas pensamientos relacionados con la muerte que no son agradables. Sin embargo, estos espacios han sido esenciales en el desarrollo de la medicina y la ciencia forense.

Orígenes de la morgue

En París, hacia finales del siglo XV empezó a ser costumbre exponer en el puente de Saint-Michel los cuerpos hallados sin identificación. Los ciudadanos que habían perdido a un allegado pasaban por allí para ver si podían encontrar entre los fallecidos a su ser querido. Para hacerlo, tenían que observar con cuidado los cadáveres, esto se conocía como «morguer», que significa «mirar fijamente» u «observar cuidadosamente». De esta palabra francesa acabó derivando el término morgue que se utiliza hoy en día.

La primera morgue pública de la que se tiene constancia se inauguró en París en 1804. En aquel momento cumplía la misma función que cuando unos siglos atrás se exponían los cadáveres en el puente: que estos pudieran ser identificados por familiares o conocidos.

Como los cuerpos se descomponían rápidamente, empezaron a utilizar métodos rudimentarios de aplicación de frío para su conservación. Los médicos, por su parte, aprovecharon la disponibilidad de cadáveres para hacer sus estudios. Así se consiguió un importante avance en el desarrollo de la anatomía patológica y se dieron los primeros pasos en lo que luego sería la medicina legal.

La evolución de la morgue

La exposición de cadáveres acabó convirtiéndose casi en un espectáculo público en muchas ciudades europeas. Con el tiempo, ese interés de la población en los cuerpos fallecidos fue decayendo, permitiendo que las morgues dejaran de ser espacios públicos y pasaran a convertirse en espacios para la ciencia y la medicina.

En el siglo XIX comenzaron a practicarse autopsias para determinar la causa de la muerte, y esto marcó un punto de inflexión hacia la medicina forense moderna.

Con el avance de técnicas como la refrigeración, la embalsamación y las técnicas de imagen como los rayos X o el TAC, las morgues se convirtieron en centros especializados en el análisis de las causas de la muerte de las personas. Hoy en día, estos centros son esenciales en las investigaciones criminales, así como cuando se producen catástrofes y hay que identificar cuerpos.

La morgue en Barcelona

En Barcelona, la morgue empezó a desarrollarse como institución en el siglo XIX, coincidiendo con el desarrollo urbanístico de la ciudad. Hasta entonces, el tratamiento de los cadáveres era similar al que se hacía en otros lugares por aquella época: se depositaban en hospitales o conventos sin demasiados protocolos para su conservación.

La creación del Instituto Anatómico Forense de Barcelona, integrado actualmente en el Institut de Medicina Legal i Ciències Forenses de Catalunya, marcó un antes y un después en la profesionalización del tratamiento postmortem.

En la actualidad, este organismo tiene su sede en la Ciutat de la Justícia de Barcelona. Se encarga de realizar autopsias, estudios forenses y de tareas de identificación de cadáveres. Para poder llevar a cabo esta labor, cuenta con salas de autopsias equipadas con tecnología de última generación y equipos multidisciplinares.

Lejos de ser lugares oscuros o tétricos, las morgues se han convertido en espacios de trabajo que contribuyen al desarrollo de la ciencia, de la medicina y ayudan a las familias a resolver dudas sobre el fallecimiento de sus seres queridos.

El papel de la morgue en el desarrollo de la medicina forense

A medida que las morgues se fueron acondicionando y permitieron una mejor conservación de los cadáveres, la ciencia forense empezó a avanzar rápidamente. Porque ahora los médicos tenían un lugar en el que podían explorar los cuerpos con seguridad e higiene.

Hace mucho que la morgue dejó de ser simplemente un lugar para dejar los cadáveres hasta el momento de su entierro y se convirtió en un centro multidisciplinar. En ella, la medicina, la ley, la biología, la antropología, la toxicología y la criminología se «dan la mano» para que la ciencia prosiga su desarrollo.

La autopsia forense

Autopsia y morgue son dos términos íntimamente unidos, porque la morgue es el lugar en el que se practica la autopsia forense. Su objetivo es determinar:

  • La causa de la muerte.
  • La manera de la muerte (natural, accidental, homicida).
  • El momento aproximado del fallecimiento.
  • La identidad del fallecido.
 

Todas las autopsias, ya sean hospitalarias o judiciales, siguen los protocolos internacionales establecidos. Estos incluyen:

  • Examen externo del cuerpo.
  • Examen interno.
  • Toma de muestras.
  • Estudios complementarios.
 

Obtención de pruebas para el sistema judicial

Las autopsias y análisis practicados en la morgue son esenciales para resolver muertes de las que se sospecha que pueden haber sido provocadas por una tercera persona. 

De hecho, las morgues colaboran de forma estrecha con los jueces de instrucción, con la policía científica, con los laboratorios de criminalística y con los servicios de inteligencia o investigación.

Si se han seguido los protocolos médicos y los protocolos judiciales para la custodia de las pruebas, todo lo hallado durante la autopsia se puede utilizar en un proceso judicial. De hecho, esta es una de las pruebas más importantes cuando se juzga un posible hecho criminal. Porque puede esclarecer cuestiones como:

  • El orden en el que se produjeron las muertes (si hubo varias).
  • Si hubo ensañamiento por parte del autor (lesiones que no eran necesarias para causar la muerte y solo buscaban provocar más daño a la víctima).
  • El tipo de arma utilizada.
  • Si la víctima se defendió.
  • Si existió agresión sexual.
  • La identidad del autor, a través de posibles restos de ADN en el cuerpo de la víctima.
 

En cualquiera de las dimensiones en las que se trabaja en la morgue, si hay algo importante es el respeto a los principios éticos de:

  • Respeto por el cuerpo del fallecido.
  • Confidencialidad de la información.
  • Consentimiento de los familiares para explorar el cuerpo (salvo que sea una autopsia ordenada judicialmente).
  • Devolución digna del cuerpo una vez finalizado el examen para que pueda ser enterrado o incinerado.

Conclusión

La morgue cumple un papel esencial en la sociedad, ayudando a las familias a resolver incógnitas sobre la muerte de sus seres queridos. A la vez que contribuye al avance y mejora la eficiencia de la medicina forense y de las investigaciones criminales. Además, estos espacios son también lugares para la docencia, donde tanto los estudiantes de medicina como los investigadores criminales pueden seguir aprendiendo.

Una vez finalizado el trabajo de los profesionales que prestan servicio en este lugar, es hora de la despedida. Si necesitas ayuda para ello, estamos aquí para ti.

2 respuestas

  1. En el fallecimiento por arma blanca en Barcelona o sus alrededores a que lugar llevarían el cuerpo del fallecido para realizarle la autopsia.

    1. ¡Buenos días Isabel!

      Disculpa la demora en responder. Dado que se trataría de una defunción judicial, el cuerpo muy probablemente se halle en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña (IMLCFC).

      Si necesitas ayuda, nos puedes llamar al teléfono 24h o escribir un correo cuando quieras.

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