Mitos y realidades sobre la donación de órganos después de la muerte

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La donación de órganos es uno de los mayores ejercicios de solidaridad que alguien puede llevar a cabo, porque contribuye a salvar o, como mínimo, mejorar de forma notable la vida de otra persona. Pero existen en torno a este tema una serie de afirmaciones que, a veces, generan dudas. Por eso, es hora de dejar claro qué es verdad y qué es solamente un mito.

A partir de una cierta edad, no puedes hacer donación de órganos

Se suele pensar que la edad es una barrera, pero no es así. En realidad, no hay una edad límite definida para poder donar los órganos, ya que el hecho de que estos sean o no útiles, no depende tanto de la edad del donante como del estado en el que se encuentran los mismos.

Es decir, que una persona que fallece con 80 años puede donar sus órganos sin ningún problema. Si éstos son aptos, podrán tener como destinatario a alguien que los necesite.

En el caso de los menores de edad, la donación también es posible. De hecho, aunque la pérdida de un niño es algo muy duro, se aconseja a los padres que donen sus órganos, puesto que hay muchos pequeños que necesitan trasplantes y en su caso hacen falta órganos que no tengan el mismo tamaño que el de los adultos.

Si estás enfermo no puedes donar

La edad no es un hándicap, y la enfermedad tampoco lo es. Si bien es cierto que algunas afecciones médicas pueden limitar la cantidad de órganos que se pueden donar, esta imposibilidad raramente se extiende al resto de órganos y de tejidos, lo que los hace aptos para la donación.

La intervención es practicada por especialistas y los órganos extraídos son examinados y analizados en detalle, lo que garantiza el uso únicamente de aquellos que estén en buen estado.

Si en el hospital saben que eres donante, no intentarán salvarte la vida

Este es un mito bastante extendido, pero es totalmente falso. Los profesionales de la sanidad se esfuerzan por igual con todos sus pacientes, ya que su prioridad es salvarles la vida.

Por tanto, una persona que consta inscrita como donante de órganos y tejidos será atendida en las mismas condiciones que otra que no lo es. De hecho, el médico no está al tanto de si un paciente es o no donante, esto es algo que descubre después si se produce el fallecimiento.

Si una persona está en coma, se pueden extraer sus órganos

En ningún caso. Para poder hacer la extracción, el donante tiene que estar en situación de muerte cerebral declarada por un facultativo, y esto no es lo mismo que un estado de coma. Porque éste puede ser reversible, mientras que la muerte cerebral es irreversible en todo caso.

Tras la donación, el cuerpo no se puede velar en un ataúd abierto

Los cuerpos de los donantes se tratan con el máximo respeto y cuidado, y tras la intervención se intenta que queden lo mejor posible. Por eso, en líneas generales, haber realizado una donación de órganos y tejidos no es impedimento para que después el cuerpo se pueda velar estando el ataúd abierto, porque las incisiones (que en todo caso se dejan cerradas) no van a estar a la vista.

Realidades sobre la donación de órganos

Al margen de los mitos, hay datos reales sobre la donación que es importante tener en cuenta y que pueden ayudar a tomar una decisión sobre este tema:

  • España es líder en donación y trasplante de órganos a nivel mundial.
  • La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) es el organismo que se encarga de coordinar y regular las actividades de trasplante.
  • El proceso se regula en la Ley de Trasplantes, y siempre es voluntario y altruista.
  • Es posible donar órganos como los riñones, el corazón, los pulmones o el intestino, y también tejidos como las córneas o las válvulas cardíacas.
  • Cada donación puede salvar varias vidas, porque los órganos y tejidos serán recibidos por diferentes personas.
 

Para ser donante en España es preciso ser mayor de edad (en el caso de los menores, hace falta el consentimiento de los padres o del tutor legal) y manifestar la voluntad de donar los órganos a través de la inscripción en el registro correspondiente o, sencillamente, comunicándolo a la familia. Si no se ha expresado nada sobre este tema, la familia puede decidir igualmente hacer la donación si sabe que esto no iba en contra de lo que el difunto hubiera querido. A sensu contrario, si una persona ha manifestado su negativa a la donación, ésta también tiene que ser respetada.

La donación de órganos es un acto de generosidad que salva vidas. Además, saber que los órganos de un ser querido van a ayudar a otra persona a vivir, ayuda a los familiares a superar la pérdida. Por eso, lo mejor es tomar una decisión en vida e informar sobre ello a las personas más cercanas. Después de la donación llega el momento de la despedida, y en Proxima Serveis Funeraris estamos para ayudarte a transitarla.

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