¿Cuánto cuesta incinerar un cuerpo en Barcelona?

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Incinerar un cuerpo en Barcelona es una de las opciones más elegidas por quienes han perdido un ser querido. De hecho, son ya muchas las personas que antes de su fallecimiento comunican que desean ser incineradas en lugar de enterradas, pero, ¿cuánto cuesta?

¿Quién fija el precio de los servicios funerarios?

Los ayuntamientos se encargan de determinar el precio de los servicios subvencionados o de beneficencia. En el caso del consistorio de Barcelona, éste también determina las tasas de cementerio.

Es la empresa pública municipal Cementiris de Barcelona S.A. (CBSA) la que gestiona los nueve cementerios de titularidad pública que hay en la ciudad, junto con el centro de incineración situado en el Cementerio de Montjuïc.

El gasto que hay que realizar en un entierro y en una incineración son bastante similares. Porque en ambos casos se pagan conceptos como el tanatorio, las flores, el coche fúnebre o el ataúd. No obstante, incinerar suele salir algo más barato que la inhumación.

Incinerar un cuerpo en Barcelona, ¿cuál es el precio?

A finales de cada año, el gobierno municipal aprueba los precios de los servicios funerarios  aplicables en los cementerios públicos durante el año siguiente. En el caso de Barcelona, las tarifas se han mantenido congeladas durante 10 años, y las que han subido lo han hecho en base al Índice de Precios al Consumo (IPC).

La excepción son precisamente las incineraciones. A finales de 2023, se aprobó para las mismas una subida de la tarifa del 21,3 %. Este incremento de precio se justifica porque tanto la electricidad como el gas que son necesarios para el funcionamiento de los hornos crematorios son ahora más caros. También han crecido los costes salariales y otros relacionados con el proceso de cremación.

A expensas de todo esto, el precio de incinerar un cuerpo en Barcelona en CBSA es ahora de 399,16 €. Aunque de un año para otro la subida ha sido de 70 euros, el servicio continúa siendo más barato en la Ciudad Condal que en Madrid, San Sebastián o Málaga.

Este es el precio de la cremación del cuerpo, pero lo habitual es que la factura final sea más elevada. Porque a ese importe hay que sumarle el del resto de servicios funerarios: ataúd, tanatorio, vehículos, tasas municipales por el nicho o columbario, y un largo etcétera. De media, en Barcelona la factura para un servicio básico suele rondar los 4.000 euros.

En el caso de las funerarias y cementerios privados, estos son libres de fijar el precio que consideren por sus servicios. Y el presupuesto puede variar dependiendo de factores como la ubicación geográfica, los servicios ofrecidos o la competencia que exista en la zona.

¿El seguro de decesos cubre la incineración?

Lo habitual es que los seguros de decesos confieran a su titular la opción de elegir entre sepelio o incineración. Si el fallecido no ha dejado nada dicho, serán sus familiares los que escojan por él.

El importe de estas pólizas suele ser más que suficiente para cubrir los gastos de una incineración y servicios funerarios básicos como el tanatorio, la preparación del cuerpo para que la familia pueda velarlo, las flores y hasta la lápida y su correspondiente inscripción. De hecho, en algunos casos puede llegar a sobrar algo de dinero. Si es así, la aseguradora se pone en contacto con los familiares, les entrega la correspondiente factura con los gastos del servicio y les devuelve la cantidad sobrante.

¿Qué se puede hacer si no se tiene dinero para incinerar un cuerpo en Barcelona?

La legislación española obliga a enterrar o incinerar los cuerpos en un máximo de 48h desde el fallecimiento, salvo ampliación por decisión judicial o por necesidad de traslado. 

Es la familia la que tiene que hacerse cargo de estos gastos. Si no se dispone de liquidez en ese momento, se pueden buscar otras alternativas:

  • Preguntar en la funeraria sobre las opciones de financiación que tiene disponibles. Esto permite pagar la incineración a plazos y evita tener que hacer un desembolso importante de dinero de una sola vez.
  • Que entre varios familiares y amigos del fallecido junten el dinero necesario. Así, el desembolso individual no es tan alto.
  • Pagar con dinero del fallecido. Esta acción es totalmente legal siempre y cuando se haga bien. Para ello, hay que dejar constancia del dinero del que se ha dispuesto y acompañar después la factura de la incineración para que se tenga en cuenta a la hora de repartir la herencia.
 

En aquellos casos en los que la familia no tiene recursos, e incluso si no hay ningún familiar para hacerse cargo del difunto, es el Ayuntamiento el que corre con los gastos. Esto es lo que se conoce como entierro de beneficencia. Lo que ocurre es que, en estos casos, no se suele llevar a cabo una incineración, se produce la inhumación en un nicho.

Según la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef) se realizan de media unos 4.000 servicios de colaboración entre empresas prestadoras de servicios funerarios y la Asistencia Social de los ayuntamientos cada año.

Conclusión

Incinerar un cuerpo en Barcelona tiene un precio bastante ajustado. Pero, en cualquier caso, la mejor manera para que la despedida no suponga un problema económico para la familia, es planificar esta situación que sabemos que va a llegar tarde o temprano.

Para ello, se puede contratar un seguro de decesos, o bien dejar una partida de dinero específicamente para cubrir este gasto. Si lo que necesitas en este momento es un tanatorio,  o que te asesoremos, puedes contar con los servicios de Proxima Serveis Funeraris.

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