Cómo escribir un obituario significativo: consejos y ejemplos

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¿Te has planteado escribir un obituario significativo para despedir a un ser querido? Este texto es algo muy personal que debe salirte del corazón, pero te dejamos algunos consejos que te pueden ayudar a elaborarlo.

¿En qué consiste un obituario?

Para acertar con tus palabras y con el contenido del mensaje, primero debes tener claro de qué estamos hablando exactamente, porque con frecuencia se confunde con la esquela.

Una esquela es el aviso de un fallecimiento. En ella encontramos información sobre el fallecido y datos sobre el funeral, porque su objetivo es que todo aquel que lo desee pueda acompañar a la familia en su despedida.

En cambio, un obituario busca rendir homenaje a la persona y a la vida del fallecido. Se trata de un texto más extenso y más emotivo, más significativo.

Tradicionalmente, los obituarios se han publicado en los periódicos, pero en la actualidad es cada vez más común hacerlos públicos a través de las redes sociales.

Consejos para escribir un obituario significativo

Lo mejor es coger papel y lápiz, recopilar la información y hacer un borrador sobre el que vas a trabajar hasta que consideres que está listo para publicar.

Información biográfica

Lo primero que necesitas es la información personal del fallecido. Aquí puedes recopilar:

  • Datos básicos de la persona: nombre completo, apodo por el que era conocido, lugar de nacimiento, identidad de la familia más cercana, etc.
  • Logros. Asegúrate de que conoces los principales logros de su vida a nivel educativo y profesional, por si hay algo que sea importante reseñar.
  • Intereses y pasatiempos. La información sobre sus deportes favoritos, las actividades en las que colaboraba o lo que le gustaba hacer también te ayudará a hacer un texto personalizado.
  • Anécdotas. Consulta con otras personas que conocieran a tu ser querido para rememorar historias y anécdotas que recuerden a todos cómo era.

Tono adecuado

Antes de empezar a escribir busca el tono más adecuado para hacer llegar la información. Piensa en qué le gustaría a la persona que se ha ido, e intenta ser respetuoso en todo caso. No tiene que ser un texto totalmente serio y formal, pero conviene que no incluyas expresiones demasiado informales.

Estructura del contenido

Con toda la información ya recopilada y teniendo claro el tono a emplear, puedes empezar a estructurar el obituario:

  • Introducción. Menciona el nombre completo del fallecido y los datos básicos que sirvan para identificarlo de manera inequívoca. No te olvides de que una de las finalidades de este texto es informar sobre un fallecimiento, así que hay que dejar claro quién es la persona que ha partido.
  • Cuerpo. En la parte más larga del texto puedes detallar los logros que consiguió a lo largo de su vida, sus intereses, destacar sus vínculos familiares y recopilar algunas anécdotas.
  • Conclusión. Puedes acabar con un sencillo mensaje de despedida. No es necesario que en el obituario incluyas la información sobre el funeral, pero puedes hacerlo si así lo deseas.

Cuidado de la redacción, revisión y edición

Utiliza siempre un lenguaje que sea sencillo y comprensible para todos y, una vez que tengas el texto listo, revísalo y edítalo. No está de más que le dejes leerlo a otra persona para que te pueda dar su opinión.

Ejemplo de obituario

Aquí tienes un ejemplo que puede servirte como fuente de inspiración:

«Don José García Martínez, de 75 años, nacido en Guadalajara el 15 de marzo de 1949, falleció en paz el pasado 11 de noviembre de 2024.

José fue siempre un hombre de profundos valores y gran corazón, al que siempre recordaremos por su sonrisa contagiosa y una generosidad que no conocía de límites. Durante su larga carrera como profesor de literatura dejó una huella imborrable en miles de alumnos. Estudiantes y colegas lo recordarán siempre por su buen humor y su dedicación.

Fuera del trabajo, José era un ávido lector que pasaba incontables horas en su butaca, siempre con un libro es las manos. También era miembro activo de la fundación XXXX, donde pasó más de 25 años contribuyendo a que las personas con menos recursos económicos pudieran acceder a la formación y mejorar sus posibilidades de progreso profesional.

Le sobreviven su amada esposa, Esperanza, y sus hijos Luis y Julia. También sus nietos Nico y Noa, que adoraban pasar las tardes jugando con su abuelo.

José García Martínez vivirá para siempre en nuestros corazones. Deja tras de sí un legado de amor, bondad y servicio a la comunidad que inspirará a todos los que tuvimos la suerte de conocerlo.»

Conclusión

Escribir un obituario significativo no es demasiado complicado si tienes los datos que te hacen falta y escribes desde el cariño y el corazón. Si necesitas ayuda para despedir a un ser querido, estamos aquí para ti en estos momentos tan difíciles.

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