Verano y duelo: cómo afrontar las vacaciones tras una pérdida

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En verano el duelo es un poco más complicado, porque tener más tiempo libre implica también darle más vueltas a la cabeza. Sin embargo, hay una serie de consejos que pueden ayudar a sobrellevar mejor esta época del año.

El duelo no se va de vacaciones

El duelo es un camino que hay que transitar y que no es igual para todas las personas. Algunas pueden tardar más y otras menos en integrar en su vida la pérdida de un ser querido. En todo caso, mientras se sigue el proceso natural de superación de la muerte de alguien especial, hay que afrontar épocas como la Navidad, el verano, el cumpleaños, etc.

En verano se produce un curioso fenómeno: la sensación de que todo está bien y todo el mundo debería estar contento. Sin embargo, para quien está en duelo, esta época es especialmente difícil.

La clave para sobrellevarlo lo mejor posible está en afrontar la tristeza y la falta de ganas de salir o de estar con otros, como algo natural. Hay que darse permiso para vivir el duelo de la manera que mejor se considera, sin exigencias ajenas ni autoimpuestas. Si este año no te apetece pasar tiempo en una terraza soleada con tus amigos, no pasa absolutamente nada. Con el tiempo, volverás a recuperar las ganas.

Verano y duelo: ¿qué se puede hacer para que no sea tan duro?

Como decíamos antes, el duelo es algo personal y no hay un tiempo predefinido para pasarlo. Lo que sí puedes hacer es poner en marcha algunas medidas que te ayuden a sentirte un poco más cerca de esa persona que se ha ido y a encontrarte mejor.

Haz algún ritual de homenaje

Es posible que no tengas ganas de vacaciones porque hay espacios simbólicos que compartías con la persona fallecida: la playa a la que ibais todos los veranos, las comidas en familia, las caminatas al atardecer, etc. Algo que antes era bonito, ahora se ha vuelto doloroso. Sin embargo, en estas pequeñas acciones puedes encontrar una oportunidad de rendir homenaje a quien ha partido y de conectar con él o ella.

Se trata de hacer algo simbólico en su memoria. Por ejemplo, visitar un lugar que sabes que le gustaba, escuchar su música favorita mientras das un paseo o encender una vela en su nombre al atardecer.

Estos pequeños rituales ayudan a integrar la ausencia en el presente. En lugar de negar el dolor, lo que consigues a través de ellos es reforzar ese vínculo de amor que nunca va a desaparecer.

Planifica con flexibilidad

Estar ocupados nos ayuda a sobrellevar el duelo, pero cuando llegan las vacaciones aumenta el tiempo libre y esto puede llevar al caos emocional.

Una buena forma de afrontar esta época es tener una cierta estructura en tus días, a pesar de estar de vacaciones. Organiza tus jornadas para mantenerte ocupado. Pero, ojo, no se trata de llenar cada minuto del día con cosas que hacer para no centrarte en lo que sientes. La idea es crear una especie de «red» flexible que sostenga tus días.

Por ejemplo, puedes empezar la mañana haciendo un poco de deporte, y después de desayunar dedicar algo de tiempo a la lectura o la meditación.

Planifica tus días, pero no seas demasiado inflexible; deja margen para posibles cambios. Además, si un día te levantas sin ganas de hacer nada, no te sientas culpable: esto también es parte del proceso.

Si decides viajar, procura escoger un destino que te aporte calma. Si este año prefieres quedarte en casa, hazlo. Recuerda: el mejor plan es el que respeta tus tiempos y tus emociones.

Busca una compañía adecuada

Para las personas que están en duelo, pasan por una depresión o tienen algún problema importante, el verano es una época especialmente dura. Porque durante los meses de más calor parece que todo el mundo está disfrutando, menos ellos.

Es ahora cuando los mandatos sociales de alegría se vuelven más insistentes que nunca. Seguro que has escuchado en más de una ocasión expresiones como «anímate»; «¡no pienses más en eso!»; «¡vámonos a la playa!». Aunque proceden de personas con buena voluntad, no son precisamente lo que necesitas ahora.

El duelo genera una sensación de aislamiento que puede complicar el estado emocional de quien ha perdido a un ser querido. Por eso, es importante buscar una buena compañía. En este momento hay que alejarse de personas que minimicen el dolor o que «exijan» estar alegre. Es preferible recurrir a vínculos seguros, como un amigo que escucha sin juzgar, un grupo de apoyo, e incluso la compañía y el amor de una mascota.

Si te sientes especialmente solo y crees que no tienes cerca a nadie que pueda ayudarte, prueba a poner tus sentimientos por escrito. Otra alternativa es escuchar pódcast relacionados con el duelo, porque oír a personas que han pasado por la misma situación te reconfortará y te permitirá ver que vas a salir de esta situación.

Practica el autocuidado

No es infrecuente que durante el duelo uno se olvide un poco de sí mismo. Lo bueno de las vacaciones es que tienes más tiempo libre y lo puedes dedicar a cuidar tu cuerpo y tu mente.

Hay muchas cosas que puedes hacer:

  • Empieza a comer más sano. Darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita te ayudará a sentirte mejor a nivel físico y mental.
  • Intenta dormir lo mejor posible.
  • Haz un poco de ejercicio.
  • Ponte esa película que llevas meses intentando ver.
  • Pasa tiempo al aire libre.
 

A medida que vaya pasando el tiempo te vas a ir sintiendo mejor, y no debes sentirte culpable por ello. Una risa espontánea, disfrutar de un paseo al atardecer o pasar un rato con la familia te pueden generar sentimientos encontrados. Por un lado, te sientes bien y, por otro, sientes que no deberías estar disfrutando.

Lo que sucede es que estás ante un momento de respiro. No quiere decir que el dolor haya desaparecido, pero por un rato está un poco menos latente, y eso es bueno para ti. Igual que no debes contener tu tristeza, tampoco lo hagas con tu alegría. Poco a poco tus emociones irán volviendo a la normalidad.

Conclusión

Un verano de duelo es diferente a todos los demás, pero no es un verano menos válido. Pasa este tiempo como crees que debes hacerlo y no como otros esperan que lo hagas, porque cada uno transitamos el duelo de manera diferente. El primer paso para afrontar la pérdida de un ser querido es darle la despedida que se merece, y nosotros te podemos ayudar con nuestro Servicio de Apoyo al Duelo

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