¿Cómo explicar a un niño la pérdida de un ser querido?

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Explicar a un niño la pérdida de un familiar puede ser complejo, pero se tiene que afrontar. Queremos ayudarte con estos consejos para que el tránsito sea más llevadero. Te lo explicamos con más detalle a continuación.

Claves para explicar a un niño la pérdida de un familiar

La muerte de un ser querido puede ser anunciada o repentina, según las circunstancias y, obviamente, es algo que no se puede controlar. Si es anunciada porque ha habido síntomas previos de que se podía dar, el proceso para explicar la muerte a un niño puede ser más sencillo, mientras que en el segundo supuesto trae más complejidad. En cualquier caso, sí debes tener en cuenta los siguientes puntos cuando tengas que comunicar el hecho, siempre desde un punto de vista de acompañamiento familiar

Busca un entorno tranquilo en el que nadie os interrumpa

Lo primero que tienes que hacer es buscar un lugar tranquilo y lo más acogedor posible para comunicar el hecho al pequeño. Hay hospitales o tanatorios que cuentan con estancias que aseguran la intimidad y, sobre todo, contribuyen a que el posible estrés del niño sea inferior. Asimismo, piensa si es bueno que esté también algún otro adulto en el que él confíe. Todo lo que ayude a que se sienta arropado y en confianza, es bueno. 

No es recomendable, por ejemplo, que esta noticia se comunique en un lugar con muchas personas ni en movimiento. Es un momento en el que hay que centrar la atención en el niño y todo lo que le pueda generar más nerviosismo no es conveniente. 

Asegúrate de que estás en condiciones emocionales para transmitir la noticia

Es posible que quien haya muerto sea una persona muy importante para ti y que lo estés pasando mal. En cualquier caso, ten presente que, en ese momento, la prioridad es el pequeño y comunicar el fallecimiento de la mejor manera posible. Si no estás en condiciones emocionales de transmitir la noticia, deja que pase un rato o, si hay otra persona de confianza del pequeño que la pueda transmitir, hazlo. 

No se trata de simular una situación emocional irreal. Pero, sí, de mantener una cierta compostura para no transmitir un dolor mayor del que ya se estará viviendo. Al final, como adultos, tenemos la obligación de hacer que esta noticia sea lo más asimilable posible para los menores. 

Ten en cuenta las distintas circunstancias del niño

La edad del pequeño, así como sus creencias, son fundamentales a la hora de comunicar una muerte. Por ejemplo, con 3 años no se suelen hacer las mismas preguntas que con 6 o 9. La creencia espiritual o el pensamiento mágico, dependiendo del caso, pueden influir. Por lo tanto, cuando se vaya a hablar de la muerte, hazlo de manera que él te pueda entender perfectamente. 

Pongamos un ejemplo: un niño de menos de 6 años puede tener dificultades para entender qué significa la muerte. En cambio, a partir de esa edad, sí que se puede tener más claro que es un proceso que implica fin. Esto obliga, pues, a utilizar las expresiones adecuadas dependiendo del caso. 

Habla con naturalidad del fin de la vida

Se puede explicar a un niño la pérdida de un familiar de muchas maneras, pero hay un punto esencial: la verdad es innegociable. La muerte, con independencia de la creencia en la existencia o no del más allá, es un final, y esto es algo que se tiene que transmitir con naturalidad. No en vano, si esto no se expresa bien, podemos generar falsas expectativas que, a la larga, serán peores. La idea es que interioricen que hay una finalización de un ciclo. 

Los eufemismos, si desnaturalizan el significado de la muerte, pueden incluso ser contraproducentes. Por lo tanto, es importante elegir las palabras adecuadas, pero sin enmascarar excesivamente lo que ha sucedido. 

Permite que el pequeño exprese sus emociones y sus preguntas

Dependiendo del niño, de la proximidad al allegado y de las circunstancias de la muerte, él puede reaccionar de varias maneras. Silencio, lloro, desubicación, preguntas… En este momento, hay que estar abiertos a darle su espacio y, también, para aclararle todas las dudas que se presenten. Es necesario, además, dedicarle todo el tiempo que se necesite y, si lo pide, no dejarlo solo.

Ten en cuenta, además, que los procesos de duelo pueden tener una duración variable dependiendo de la persona. Plantéate si él quiere ir al funeral, si es adecuado y, en caso de que quiera, explícale previamente cómo va a ser. Esta es una manera de facilitar que se despida si no lo hizo y que asimile el proceso. 

Conclusión

Explicar a un niño la pérdida de un familiar es complejo, pero con estos consejos el trance puede ser más sencillo. Ayudar al menor a que interiorice la muerte de forma poco traumática es prioritario. En Proxima Serveis Funeraris contamos con salas privadas y un servicio personalizado para que, en estos momentos, tengas menos preocupaciones. 

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